jueves, 1 de noviembre de 2012

LA MUJER Y SU ÉXITO


POR SHEILA MORATAYA
La mujer y su éxito
Según nuestro contemporáneo, y uno de los más grandes ensayistas del siglo XX, Julián Marías, se ha perdido en gran medida la estimación de la inteligencia real, aquella que instiga a uno mismo a no conformarse con vivir y estar en el mundo, de una manera autómata, ligera, y apática. Este gran filósofo, en su artículo titulado "¿Qué se ha perdido?"*, trata sobre los grandes genios y pensadores que han tenido éxito en la humanidad. Según él, en su mayoría fueron personas normales, que no deslumbraban a los de su época, y que no venían de estirpes particularmente ilustres. Eso sí, tenían "vocación y sentían el placer de aplicar sus talentos a algo para lo que sentían haber nacido". Se veían forzados a dar lo mejor de sí mismos a eso que era su empresa vital.

Se refiere, Julián Marías, a un tipo de éxito que no es espectacular, ni brilla, sino, al que lleva a la persona siempre a algo que va más allá, que le dice que se puede ser más persona y que, sobre todo, se va experimentando en la medida en que cada uno se esfuerza.

Entonces, ¿quién es la mujer que tiene éxito? Tal vez te gustaría analizar con tu propia inteligencia y sacar tus propias conclusiones, analizando lo siguiente:

-Tiene éxito, la mujer que se descubre a sí misma "mujer", a partir de saberse ser, el humano que Dios eligió para portar la vida. El hombre engendra la vida, más la mujer la lleva y experimenta en su propio cuerpo, pues su cuerpo y ella misma desaparecen para dar esa misma oportunidad de vivir a otro. Un hijo.

Cuando una mujer por primera vez va a ser madre, si ella quiere, si trata de ir hacia dentro, la experiencia puede ser única, transformante, hasta llevarla a encontrarse frente a sí misma y comprender el porque, Dios quiso que fuera mujer. Pues de esa interioridad que comienza a vivir, se desprende su permanente cuidado por lo íntimo, lo cercano.

-La mujer que tiene éxito, es aquella que esta atenta al tipo de cultura humana que se está forjando en el hogar, que junto a su pareja una vez fundaron; es la que sabe que su misión es "tirar hacia arriba", de sí misma y del hombre prendado de ella, prendido de ella (Julián Marías). Es la que se preocupa del ambiente en que cada persona de su familia se forma. En el concebir y dar a luz un hijo, repito, la mujer "se realiza en plenitud a través del don sincero de sí". ¿Por qué don sincero? Porque no a todas nos gusta la idea de perder la silueta, la libertad de ir y venir por donde se venga en gana, pues desde que llega un hijo, la vida cambia totalmente y la responsabilidad está por delante.

-La mujer y su éxito se desarrollen en la medida en que ésta eduque sobre todo la inteligencia propia y la de los suyos, hacia el descubrimiento de Dios, pues la inteligencia nos ha sido dada para buscar y amar a Dios, sobre todas las cosas, para que oriente así, la propia conducta y los actos al bien.

-La mujer que tiene éxito, es la que cuestiona a su inteligencia, llegando a la conclusión de que "la naturaleza del ala es levantar hacia lo alto las cosas pesadas" (Platón), es decir lo grave; concretamente la gravedad del varón. Es la que se atreve a ir muy lejos, y a llevar al hombre atraído en su persecución, citando una vez más a Julián Marías. Es la que hace del hombre, del amado, más hombre, más persona.

-La mujer exitosa es la que hace lo mejor posible, la que se esfuerza por dar lo mejor de sí. Sabe que este tipo de éxito no es espectacular, no brilla, no hace ruido, no deslumbra.

-Exitosa es la mujer que asume el rol que desempeñará en la vida, con sus ventajas y desventajas. La que no responde con un "¿Por qué a mí?", sino con un "¿Para qué?", a la vida.

-Exitosa es la mujer que, habiendo decidido ser esposa, madre y ama de casa, no anda mirando campos más verdes en la vereda de las que tienen personal de servicio, viajan constantemente y visten las mejores ropas, empañando así con frustraciones, su propia y personal decisión.

-Exitosa es la novia, la esposa, la madre que con madurez asume que es ella el eje sobre el que gira su hogar, y persevera en el mayor de los retos: criar hijos que puedan decir "la felicidad soy yo, tú me lo enseñaste así, mamá".

-Exitosa es la mujer que, llena de fe, sabe que la vida del hombre está en sus manos, y que tiene presente que en su casa el más pequeñito de la familia siempre será el marido, pues así, con esto en mente, el poder femenino interior: ternura, compasión, intuición, receptividad e instintos pacificadores, funcionará como fuerza transformativa y no como debilidades.

El éxito, desde mi humilde opinión, debería siempre asociarse a lo más profundo del ser, a la persona y su dignidad, y no a lo que material e intelectualmente logramos. Si lo pensamos de esta manera, nuestro éxito estaría supeditado a vivir nuestra vida de acuerdo con principios inquebrantables y no negociables, y a sentirnos felices y plenas con esto.

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