Muchas personas tienden a
responsabilizar a los demás por no tener el valor de tomar como prioridad sus
propias necesidades. Les muestro un ejemplo “Qué falta de consideración de
parte de Susanita. Sabe que no he comido y sigue en la llamada, pero eso sí,
cuando es ella la que tiene hambre o sueño, corta de inmediato” Esta persona está
culpando a otra por no tener la consideración que ella misma no se tiene.
Cuando la persona deja de vivir
desde el papel de víctima descubre que su único victimario fue ella misma y comienza
a darle prioridad a sus propias necesidades y requerimientos, antes que a los
demás. Cuando llega ese momento, esa persona se da cuenta de que nadie le hace
nada que ella misma no permita que le hagan. Los invito a hacerse estas
preguntas: ¿Cuál es el respeto y la consideración que siento por mi? ¿Estoy
cumpliendo conmigo mism@? Recuerden, el cambio empieza de adentro hacia afuera.
Lo que queremos ver en nuestro entorno, debemos empezar a crearlo en nuestro
interior. Y lo primero es reconocer y sentir que somos merecedores de respeto.
Todos tenemos una principal responsabilidad: A cada quien le corresponde
ocuparse de sí mismo. Importante estar atentos a nuestros deseos y
requerimientos para poder satisfacerlos.
Por: Sanaa Vanessa Saab Saab
@Vanessa_Saab