Hasta hace poco pensaba que mi
vida había sido completamente inestable y voluble, y era algo que no me tenía
muy contenta. Recuerdo que estaba cumpliendo un período de prueba en la primera
empresa que pisé al salir del Tecnológico, dos o tres días después de que el
gerente de zona vino a entrevistarme, recibí otra oferta tentadora que acepté y
ahí permanecí un año, luego emprendí un viaje personal por unos meses del que
regresé con las pilas puestas a establecer formalmente la empresa que mi papá
tenía a puertas cerradas. Al dejárselo listo me mudé con mi mamá a la ciudad de
Caracas y en dos años he pasado por dos empresas, en una de ellas aún me
mantengo (Esto sin incluir los negocios extra-oficiales exitosos, los que no
han funcionado y las vueltas que ha dado mi vida a nivel personal)
Esa frustración me acompañó hasta
que inicié mi proceso de rebirthing (respiración consciente o renacimiento) ya
que me ayudó a comprender, aceptar e integrar mi vida con cada suceso ocurrido,
hayan sido de mi agrado o no; pero hace unos días leí un artículo que hablaba
sobre la zona de confort y de cómo un recién jubilado contó que cada año se
encargaba de estudiar nuevas posibilidades profesionales. Había cambiado su
cargo como presidente de una empresa transnacional de España que le ofrecía lo
que todos buscamos, seguridad, estabilidad y comodidad, por experimentar otro cargo en otra empresa y de
menor target. Resumió su vida profesional con éstas palabras: “Aproveché las
oportunidades que se me presentaban” Y sólo entonces pude apreciar lo que he
venido haciendo, he venido aprovechando las oportunidades que la vida me ha
presentado y no me arrepiento, porque en cada una de esas opciones que escogí
aguardaban las lecciones que me corresponden para mi evolución tanto a nivel
profesional como personal. Esto reafirma que puedo mirar con Amor mis
decisiones y sentir confianza en mi guía interna. Muchas veces nuestras
decisiones o nuestra propia vida se ve cuestionada y criticada ante los ojos
del ego y la sociedad, pero hay decisiones de las que no entiende el ego, mas
es cuestión de almas.
“El espíritu le da significado a su vida, y la posibilidad de su más grande desarrollo.” Carl Jung
Es cierto que permanecer en
nuestra zona de confort nos brinda seguridad, pero limita nuestra evolución,
nuestra capacidad de maximizarnos con todo nuestro potencial y la posibilidad
de expansión. La zona de confort puede ser el desayuno de todos los días, el
camino que tomamos para ir a la oficina, el restaurante a donde vamos cada vez
que decidimos comer fuera, el destino de cada vacación hasta las más delicadas
como quedarse en una empresa que no ofrece crecimiento ni nada nuevo que
aprender porque “más vale malo conocido que bueno por conocer” o bien mantener
su empresa sin innovación en el paso de los años. Hay momentos en que muchos
sentimos miedo a lo nuevo, nos cuesta dejar el cálido nido al que ya estamos
acostumbrados y del que conocemos cada parte como si formase una extensión de
nuestro cuerpo, para abrir nuestras alas y volar por experiencias nuevas que
nos permitan desarrollar habilidades desconocidas, conocer nuevos mundos,
distintas perspectivas y demostrarnos a nosotros mismos que somos más de lo que
creemos.
Hace poco asistí al seminario
que Bob Mandel ofreció aquí en Caracas y algo que me dejó mucho fue el
ejercicio que nos pidió que hiciéramos desde el inicio de ésta hasta que
acabara el evento. Nos pidió que al regreso de cada break nos sentáramos en un
lugar diferente. Y así fuimos apreciando la vida desde distintos lugares, desde
distintas perspectivas. Los que en principio nos sentamos adelante, nos movimos
para atrás, luego pasamos al medio y a cada uno de los lados. Venciendo nuestro
hábito de estancarnos en la comodidad, canalizando los miedos inconscientes a
lo nuevo y abriéndonos a distintas formas de ver la vida.
Podemos cambiar nuestra historia
cambiando nuestra perspectiva. Así como podemos maximizar nuestro destino.
“Soy Amo de
mi Destino y Capitán de mi Alma.” Nelson Mandela
Por: Sanaa Vanessa Saab Saab
Escritora en Desarrollo
@escritora_contemporanea
@Vanessa_Saab