domingo, 19 de mayo de 2013

Rebeldía en los adolescentes


Queridos padres refresquemos un poco, ubíquense en que la adolescencia comienza a partir de los 12 años aproximadamente, cada chico(a) es un mundo bien particular que lleva procesos internos que le permiten desarrollar los aspectos de la adolescencia más temprano o tardía con respecto a los demás. Lo importante es que nosotros como padres estemos listos con las herramientas y que internamente contemos con recursos para afrontar situaciones que nos producirán estrés, frustración, rabia, incomprensión e incluso desconfianza.
La pregunta que siempre anda en el aire y a veces no sabemos responder con efectividad y calma: ¿Qué hago para que mi hijo me tenga confianza y me vea como una figura de autoridad?

Les comparto unos tips bien sencillos de realizar para generar cambios en nosotros y en nuestro hijo:

- Organízate con tu esposo(a) para que se pongan de acuerdo en las sanciones, normas y formas de disciplina.

- Utiliza el humor para romper el hielo, posiciónate como un niño y no como un padre juicioso que busca el orden correcto de las cosas (esto es aburrido)

- No caigas en el error de repetir 3 veces o mas lo mismo: “ te lo dije siempre haces lo mismo porque no me escuchas” le estas reforzando la idea que no vale la pena escucharte porque aburres siempre dices lo mismo.

- Se practico, no hables tanto.

- Cuando hables con tu hijo, acércate, tócale el hombro, rompe la barrera. Esto demuestra confianza

- Flexibilidad y negociación para las salidas nocturnas.

- Si gustas compartir con tu hijo, no le impongas actividades deja que el opine y te muestre sus actividades adáptate y disfruta con él.

Todo estos tips van encaminados a propiciar un clima agradable en la relación padre – hijo fortaleciendo el vinculo afectivo y una disciplina flexible donde yo gano y mi hijo gana. 

Autor:
Psicólogo Leonardo Molero
@sosconducta

100% Disponible para mí y en mi vida


Esta fue mi tarea de unas semanas atrás: Estar 100% disponible para mi y en mi vida.

Muchas veces solemos estar en cuerpo mas no presentes en alma y mente, por estar pensando en el pasado o el futuro. Estamos pendientes de como se sintió Susanita y del problema de Pedro; de las fotos del instagram y de lo que quiere el perro, pero no en lo que siento YO ni en lo que quiero YO, ni de los cambios que preciso... Hemos desaprendido el buen hábito de hacernos compañía a nosotros mismos, de brindarnos unos oídos que escuchen nuestros más silenciosos anhelos o dolores y de ofrecernos un abrazo cuando nos sentimos apachurrados. Vivir en función de los demás es una forma de vivir por justificación y no con responsabilidad.
 
El mayor compromiso que tenemos en la vida es con nosotros mismos, con nuestro bienestar y felicidad. Para asumir el 100% de disponibilidad, debemos desaprender el hábito de mirar en las direcciones equivocadas: Atrás (pasado), Adelante (futuro), Afuera (los demás). Debemos enfocarnos en nuestro interior, en el aquí y el ahora. A veces sentimos temor por los cambios “repentinos” de la vida y todo el tiempo estamos pensando y planificando el mañana, pero por naturaleza Divina, los seres humanos tenemos vista periférica y somos capaces de observar a lo lejos, aún estando enfocados en nuestro plano más cercano (Unos vistazos de vez en cuando al futuro, son suficientes) Además, si te concentras en el presente es seguro que notes los pequeños cambios que generan esos grandes “improvisos” y poder ponerte en acción, ya que éstos no se dan de la noche a la mañana, son el resultado de pequeños cambios cotidianos que generalmente no se notan por no estar 100% disponibles en el presente.

Algunas sugerencias:
1.      Estar atento a tu niño interior cuando se sienta herido, escucharlo y mimarlo.

2.      Tomar la iniciativa de salir “solo” a degustar un postre o a pasar una tarde al aire libre “sólo… Con un libro”

3.      Tomar diariamente un tiempo exclusivo para estar contigo. Puedes meditar, ir al gym, un masaje, a pasear, etc.

4.      Concéntrate en el aquí y el ahora: Si estás laborando, enfócate en tu labor. Si estas comiendo, compartiendo con tus hijos o en el cine dedícate en mente, cuerpo y alma a eso.

5.      Si te ataca una vieja historia aplica una de las herramientas de PNL: Dale forma a esa historia y deshazte de ella. Ejemplo: Imagina que es un reproductor y le bajas volumen hasta 0.

En la medida que aprendas el arte de estar contigo mismo, estarás aprendiendo el arte de estar con los demás. Cultivamos relaciones sanas, empezando por la relación con uno mismo. 

Por: Sanaa Vanessa Saab Saab
@Vanessa_Saab