Ahora
bien, recordemos y aceptemos que los seres humanos tenemos derecho a sentir y
expresar nuestras frustraciones. Lo malo no somos las personas, son las
conductas. La clave está en SABER DRENAR esas emociones poco agradables, pero
ese ya es tema para otro post. Volviendo al punto que nos interesa ahora:
Tenemos que cambiar la sintonía que veníamos tocando y cuando se inicie
nuevamente un proceso de descarga hacia nosotros, podemos sentirnos tentados a
contestar en la misma tónica o peor de como nos están tratando. Debemos aprender
a respirar en esas situaciones, sé que cuesta pero debemos lograrlo por el
bienestar de todos los involucrados y de las relaciones que están en juego, y
cuando nuestro dragón interno esté domado, exigir muy respetuosamente pero con
firmeza el respeto que merecemos. Una vez tengamos el valor de hacerlo, todo se
detendrá como si tuviesemos en la mano un control remoto en el cual presionamos
el botón Stop. A partir de este momento la persona sabrá que no estamos
dispuestos a seguir soportando sus descargas y buscará otra manera de drenar,
por lo que podríamos ayudarle sugiriéndole algunas formas una vez que esté
calmada. Ojo: ¡Sugerir!
Defendernos es un acto de amor y
respeto a nosotros mismos y demuestra una autoestima saludable.
Por: Sanaa Vanessa Saab S.
Escritora en Desarrollo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario