jueves, 8 de noviembre de 2012

Cuidado con la Adultescencia

   Por Daniel Duque

Este término se usa para referirnos a los adultos que siguen siendo adolescentes. Un twitt leído por allí reza: Fui bebé, luego niño, luego adolescente, luego adolescente, luego adolescente.

Cuando los hijos alcanzan la adolescencia, los padres deberían contribuir para que accedan a su autonomía (característica básica de la adultez), pero esto no siempre pasa por múltiples razones. 

Por ello, los hijos adolescentes en muchísimas ocasiones cuestionan y se revelan en contra de sí mismos y de sus familiares de mil maneras, una de ellas quedándose entonces para depender de ellos.

Ojo, la rebeldía es necesaria, aunque sea difícil de manejar, rebelarse es necesario para llegar a la adultez. Es decir, volvemos, revelarse resulta imprescindible para desprenderse de los padres. Ya que el adolescente que escoge la sumisión, extiende la etapa en la que adolece de identidad propia. 

De nuevo: el adolescente que no logra desprenderse lo manifiesta de diversas maneras, para así hacer notar su posición de estancamiento. Puede presentar pésimo rendimiento en sus estudios, se le imposibilita encontrar un trabajo, cae en adicciones, presenta mala conducta, roba, pelea, entre otras formas de rebeldía instalada. 

Es vital que se negocien las decisiones y se alcancen acuerdos con los hijos, para que se mantengan ciertos límites que preserven la estabilidad y armonía de las vidas de todos los familiares. 

Otro punto importante es que en la adolescencia nace la necesidad de la intimidad sexual con nuestros pares, así como también surge el deseo, la curiosidad, de probar muchas cosas nuevas, y todo esto que nos permite crecer no es posible hacerlo en la casa de los padres.

A los padres les decimos que esto de la comunicación abierta (sin miedo), acerca de todos los temas posibles, es vital para hacer que sus hijos no sean por ello eternos adultescentes. Por ello, se debe dedicar tiempo y esfuerzo para brindarle información a los chicos. Recordemos la canción “No Basta” de Franco de Vita: “porque cuando quiso hablarte de sexo, se te subieron los colores al rostro, y te fuiste…”.


Y en relación al ámbito de pareja, "el adolescente" suele atraer a otro "adolescente", y en esta dinámica incluso uno de los dos puede actuar como adulto y hacer que el otro juego el rol del adolescente que él en el fondo quiere ser, y esto marca a los dos y los afecta  a la hora de encontrar una verdadera pareja, conformada por dos adultos comprometidos el uno con el otro, y con la vida.

Recordemos, y para ello cito a mi colega Carlos Fraga, con quien escribí un libro y tantas otras cosas: “la comodidad es una trampa que no nos permite crecer”. No caigamos en ella, aunque sea tan seductora. ;)

Fuente: http://www.mejorandonuestrosvinculos.blogspot.com/

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