viernes, 26 de octubre de 2012

Algunos Tips Para Canalizar el Trabajo Bajo Presión

   Por: Sanaa Vanessa Saab
He tenido varios días con mucha presión porque no he logrado concretar algo. Trabajando desde muy temprano hasta el final de la tarde sin conseguir el resultado que espero y con urgencia por parte de mis clientes. La tensión en mi espalda se enfatiza en la parte superior, mi cuello poco a poco fue perdiendo soltura para girar, mi vista agotada, mi cuerpo cansado de estar sentado, estoy sedienta, hambrienta y aún me quedan otras cosas por hacer. Lo más agudo es que mi disposición hacia mi familia había disminuido, cosa que no me gusta. Y esto sin contar el insomnio y las ojeras horribles que están tomando lugar en mi rostro.

Esto es lo que he vivido en unos días, no me quiero imaginar como se sienten las personas con este estilo de vida permanente. Lo bueno es que está en ti el poder de decisión. Yo no escogí como compañero de vida al estrés y por eso es que diseñé un plan de actividades que me permitan vivir más zanahoriamente y eventualmente me encuentro acudiendo a alguna técnica para evitar que él se apodere de mi, porque lógicamente, en el tiempo en el que vivimos es común adoptarlo.

<Muchas veces nuestro afán por controlar todo, por querer que todo salga como lo planificamos termina afectándonos mental, física, emocionalmente y a nuestras relaciones personales> Eso es apego. Apego hacia la perfección, hacia nuestros deseos y temores. ¡Soltemos! 

Por supuesto que hay que hacer todo lo que está a nuestro alcance por lograr nuestro cometido, es más, debemos dar lo mejor de nosotros. Es precisamente esa actitud la que refleja a un ser comprometido, pero si nos excedemos pasaríamos a ser personas obsesivas y esto no es sano.     

En el transcurso del tiempo he aprendído lo siguiente:


1.- Las cosas nunca deben darse de manera forzada, deben fluir.
2.- Mi agenda debe ser flexible, dejando tiempo y espacio para imprevistos, que de ser el caso, serán recibidos para canalizarse de la mejor manera.

3.-  Daré todo lo que está en mis manos, lo que no, lo dejo en manos de DIOS y el Universo conspirará a mi favor si es para bien. Sino, me proveerá algo mejor.
4.- El tiempo de DIOS es perfecto aunque a veces no lo comprenda, debo aceptar.

5.- Si estoy bien internamente, lo estaré en mi mundo exterior. Con esto quiero decir que en la medida en que me respete a mi misma (mis tiempos y requerimientos) podré respetar al resto y ofrecer lo mejor de mi. En reciprocidad, también me respetarán los demás, inclusive el jefe. Además, para nadie es un secreto que si no descansamos, no nos alimentamos y no nos despejamos nuestro cerebro, donde incluso me permito especificar a nuestra creatividad, y nuestro cuerpo no rendirán.

6.- Hay momento para todo y todo se dará en el momento y de la forma que más convenga.
7.- Disfruto de mi día a día y me comprometo con mi bienestar a pesar de las circunstancias.

8.- Me mantengo conectada al presente y lo disfruto: ¿Quién dijo que no se puede trabajar con algo de música? ¿Tienes una vista panorámica? Disfrútala mientras trabajas. Ve por un té o un café y párate a estirar las piernas al cabo de una hora.

9.- No te lleves trabajo a casa ni permanezcas más tiempo del que corresponde en esas actividades. Recuerda que hay dentro de los estatutos legales algo que dice más o menos así "Tu derecho termina donde comienza el mio" Tu familia, tus amigos y tú tienen derecho a parte de tu tiempo y tu presencia. Hay cosas en la vida más difíciles de recuperar que un empleo.

10.- Recuerdate en esos momentos que trabajamos para vivir bien, no para empeorar nuestra calidad de vida.

Desde hoy comienzo a aplicar nuevamente estas recomendaciones. Te invito a hacer lo mismo. A Realizar las actividades con dedicación y desapego. Permitiendo que fluyan y que se den en el momento y de la forma idónea.

No hay comentarios:

Publicar un comentario